Si crees en la mala suerte y quieres ahuyentarla para la Lotería de Navidad, te enseñaremos todos los mitos, bulos y supersticiones que rodean el sorteo del 22 de diciembre de cada año. Hay un montón de historias y creencias populares alrededor a este sorteo pero, qué hay de cierto en todo ello? Sigue leyendo y amos a averiguarlo para espantar los malos espíritus.
Uno de los mitos que rodean al sorteo de la Lotería de Navidad es la creencia de que los números bajos y altos nunca salen premiados. Estas son las estadísticas que desmienten por completo esta creencia:
Durante años se dijo que Loterías y Apuestas del Estado reservaba para el Rey y la Casa Real el número 00000, pero no es cierto. La propia Casa Real confirmó a la prensa en 2011 que se trataba de “un rumor sin fundamento” y que “institucionalmente no se regala ningún décimo”. El número, de hecho, está siempre disponible en varias administraciones.
Uno de los mitos más extendidos del sorteo de la Lotería de Navidad es la idea de que el premio gordo siempre suele tocar en las grandes administraciones, y es cierto que estas administraciones famosas han repartido muchos premios importantes de Navidad a lo largo de su historia, pero tiene una explicación muy fácil: aunque las administraciones nunca revelan sus cifras de ventas porque “da mala suerte”, las administraciones más importantes de España llegan a vender hasta 80 millones de euros de Lotería de Navidad. No es de extrañar que cualquiera de las “grandes” reparta habitualmente grandes premios: cuantos más números distintos se venden, más probabilidad de dar el Gordo.
Si una gran administración vende el 30% de los 100.000 números que van al bombo, es mucho más probable que siempre otorgue algún premio grande frente a una administración pequeña. Por lo tanto, la probabilidad de que toque el Gordo de Navidad es la misma compres donde compres tu décimo, así de sencillo.
En más de una ocasión las grandes administraciones han agotado todo su stock de Lotería de Navidad a la venta varios días antes del sorteo, y no han repartido ningún premio importante.
En el Sorteo de Navidad hay 100.000 números en el bombo, y cada número tiene exactamente las mismas posibilidades de ganar. Por cada número comprado tendremos 1 posibilidad entre 100.000 de ganar el Gordo, así que cuantos más números diferentes compremos, más probabilidades de ganarlo. No importa si el número que juguemos este año sea diferente al que jugamos el año pasado, que ya haya sido agraciado, que sea un número “bonito” o “feo”, o que se venda en una u otra administración.
Aunque es muy difícil ganar El Gordo, es mucho más probable ganar el primer premio en la Lotería de Navidad que ganar el primer premio de la Primitiva o de Euromillones, donde la probabilidad es de ¡una entre 139,8 millones! Aunque las matemáticas y el sentido común dicen que es muy improbable ganar El Gordo, la ilusión o el miedo que le toque a alguien próximo y a nosotros no, nos hace jugar a más del 75% de los españoles. Lo que está claro es que todos los años hay gente a la que le toca.
En el Sorteo de Navidad de 2019 se generó una gran polémica y alarma social cuando se hizo viral por redes sociales un vídeo que grabó a un trabajador que volvió a introducir en el bombo una bola que se había caído al suelo. Se llegó a acusar a los funcionarios de Loterías y Apuestas del Estado de amañar el sorteo, y de que dicho sorteo debía ser repetido. Loterías y Apuestas del Estado desmintió el rumor tras aclarar que tanto sus funcionarios como sus familiares directos no pueden comprar décimos del Sorteo de Navidad ni de ningún otro sorteo.
La Ley 13/2011 de Regulación del Juego, en su artículo 6.2, especifica que no tienen permitido participar “los accionistas, propietarios, partícipes o titulares significativos del operador de juego, su personal directivo y empleados directamente involucrados en el desarrollo de los juegos, así como sus cónyuges o personas con las que convivan, ascendientes y descendientes en primer grado, en los juegos que gestionen o exploten aquellos, con independencia de que la participación en los juegos, por parte de cualquiera de los anteriores, se produzca de manera directa o indirecta, a través de terceras personas físicas o jurídicas”.
El Sorteo de Navidad siempre ha estado ligado a supersticiones populares con la esperanza de atraer a la Diosa Fortuna. Aunque cada persona tiene sus propias manías, estas son las supersticiones más habituales de las que seguramente habrás oído hablar:
Seas o no seas supersticioso, creas o no en la influencia de las buenas o malas energías, no te olvides de comprar tu décimo de Navidad. Lo que sí es cierto y 100% seguro es que ¡todos los años toca el Gordo de Navidad!